Villa El Salvador, Lima - Perú
 
Documentos
 
 
Web www.amigosdevilla.it
Home page ==> Documentos ==> Documento n° 06

El acta “acta oficial” del Jurado correspondiente al

y regresar a
Historia de
Villa El Salvador

"Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, 1987”

Reunido en Oviedo, el 14 y 15 de mayo de 1987, el Jurado correspondiente al "Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, 1987", integrado por D. Hugo Juan Gobbi, Embajador de Argentina; D. Joao Carlos Pesoa, Embajador de Brasil; D. Óscar García Fernández, Embajador de Cuba; D. Enrique Campos, Embajador de Chile; D. Víctor Iván Danilo, Embajador de Guatemala; D. Roberto Arturo Castrillo, Embajador de El Salvador; D. Humberto López Villamil, Embajador de Honduras; D. Rodolfo González Guevara, Embajador de México; Dª Berta Torrijos, Embajadora de Panamá; D. Juan José Calle, Embajador de Perú; D. Juan Casasnovas, Embajador de la República Dominicana, D. Luis Hierro, Embajador de Uruguay, D. Rigoberto Henríquez, Embajador de Venezuela; presidido por D. Orlando Castillo Estrada, Embajador de Nicaragua y actuando de secretario D. Pedro Gómez Valderrama, Embajador de Colombia; después de extensas deliberaciones decidió por unanimidad conceder este galardón a la Villa El Salvador, comunidad situada en el Perú, en las cercanías de Lima.

Es el distrito más joven de Lima (Perú). Fue propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz en 1986, por la Comisión Internacional de Derechos Humanos, y declarado Personaje del Año en el Perú, como ejemplo de solidaridad y cooperación, por el diario peruano "La República". Su lema permanente es: "Paz con justicia social". En la filosofía de este lema, Villa El Salvador realiza permanentemente acciones en defensa de los derechos humanos.

La historia de esta barriada o pueblo joven comienza en el año 1971, con la toma de unos terrenos organizada por familias que necesitaban viviendas. El 11 de mayo de 1971, el gobierno del general Juan Velasco entrega un inmenso arenal desierto, al sur de Lima, para que los pobladores construyan una ciudad.

En la actualidad, Villa El Salvador cuenta con más de trescientos mil habitantes, la mayoría de ellos de origen andino, aunque siguen llegando familias de todas las regiones del Perú. Su carácter masivo la ha convertido en la experiencia urbano-popular más grande del Perú, y en una de las mayores de América Latina.

La "planificación urbanística", asumida por los vecinos, que construyen sus propias viviendas y avenidas, consiste en un diseño en el que cada veinticuatro familias forman una manzana y cada dieciséis manzanas conforman un grupo o barrio, reservando ciertas áreas para colegios, mercados, centros de recreo, y unas mil hectáreas para zona agrícola e industrial.

Su "organización vecinal", en la que se mantiene siempre un alto grado de participación democrática, consiste en un modelo autogestionario basado en la tradición andina. Miles y miles de vecinos se convierten anualmente en dirigentes. Cada manzana de casa elige cinco dirigentes, que ocupan las diversas secretarías: Salud, Educación, Comercialización, Producción y Servicios. Cada barrio elige a su vez otros ocho representantes y, finalmente, se nombran diez personas que conforman el Consejo Ejecutivo Comunal, donde está representado el conjunto de la población.

En 1973, se celebró la primera Convención de Pobladores y se fundó la Comunidad Urbana Autogestionaria de Villa El Salvador, CUAVES. A partir de ella, han ido surgiendo otras organizaciones vecinales, como la Federación Popular de Mujeres, la Asociación de Pequeños Industriales y Artesanos o la Central de Cooperativas de Mercados que convirtieron a Villa El Salvador en un modelo de comunidad autogestionaria digno de ser estudiado.

El ochenta por cien de la ciudad cuenta con agua, desagües y luz, ya que el resto son familias recién llegadas. La escolarización alcanza el cien por cien de los niños, repartidos en treinta y cuatro centros educativos, y se cuenta con toda una red de bibliotecas populares. Veinticinco mercados cooperativos y mil quinientas pequeñas y medianas empresas se hallan extendidos por toda la ciudad.

Una intensa labor y el aprovechamiento de las aguas residuales, previamente depuradas, permiten que lo que en otro tiempo fuera un desierto produzca a pleno rendimiento.

Tras cerca de veinte años de trabajo, la experiencia de Villa El Salvador está influyendo en los diversos barrios peruanos. El gran prestigio adquirido por esta comunidad a lo largo de esos años hizo que fuera elegida por las distintas organizaciones nacionales de todo el Perú como sede de la Primera Asamblea Nacional Popular en el mes de junio de 1987. Entre las numerosas personalidades y delegaciones internacionales que han visitado la comunidad, se encuentra el papa Juan Pablo II, protagonista de un histórico encuentro con los pobladores el 5 de febrero de 1985.

Miguel Azcueta, nacido en Madrid de familia vasca, es el alcalde y líder de este pueblo que se ha encontrado a sí mismo sobre el polvo del desierto. Llegó al Perú hace poco más de veinte años, justo a tiempo de ver el nacimiento de un pueblo en la más impresionante invasión que ha conocido este país, y seguir paso a paso, como un protagonista más, la marcha de miles de personas que habían huido de la miseria y el olvido para salir en busca de un lugar en el Perú del futuro.

 
arriba
  visitadores en linea en este momento
Es una publicación de www.amigosdevilla.it