Antecedentes
 
 
 

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Lima
Las invasiones
y los
invasores

 
 
 
Historia de una ciudad: Villa El Salvador, Lima - Perú
Construcción
Crisis
Modernidad?
Antecedentes

Cerro San Cristobal
Lima: desde los barrios hacia las barriadas

Lima como toda ciudad ha sido construida por sus habitantes, lo particular de la Lima de hoy es que ha sido transformada por los migrantes quienes desde la segunda mitad del siglo pasado construyeron las barriadas (barrios marginales) en los conos de Lima.
Por su geografía, el área metropolitana urbanizada se expandió en tres conos, Norte, Este y Sur, cado uno en torno a la cuenca de un río: Chillón, Rímac, y Lurín.
En estos conos los migrantes se instalaron y dieron a Lima la imagen de un patrón de segregación centro-periferia. Sin embargo, esta segregación habitacional no significó una exclusión de la metrópoli.
Los nuevos habitantes se integraron a la ciudad a través del mercado de trabajo en expansión a partir de la etapa de industrialización por sustitución de importaciones (ISI). Paralelamente construyeron sus propios barrios y hábitat y crearon en los conos circuitos de pequeños y medianos mercados que abastecían de productos de primera necesidad a los pobladores.

Además del empleo conquistaron sus derechos sociales básicos, marcaron la vida política de la ciudad -y lo que ocurre en Lima marca la nación- a través de una densa y pujante red de organizaciones sociales y políticos: sindicatos, comités vecinales, comunidades cristianas y partidos políticos, entre otras.
Esta experiencia organizativa es uno de los recursos principales de los habitantes de las barriadas de Lima, y los pobladores, sus organizaciones y de forma especial los líderes han mostrado una capacidad de adaptación a las diferentes etapas en el proceso.
Sin embargo para los limeños estos movimientos migratorios representaron verdaderas invasiones con sus respectivas consecuencias negativas para Lima.
‘“La barriada lo ofende todo. Ofende la vista, ofende el olfato y ofende el corazón. Es un inmundo lupanar en donde la vida humana se prostituye cada día y es, en verdad, la viga en el ojo de todos los limeños.” (“Infierno en Lima” Caretas Nº195 abril de 1960 p. 27)’
 
En un inicio las barriadas tenían un comportamiento de ciudad dormitorios de los obreros de las plantas industriales. Sin embargo el rechazo social y la poca permeabilidad de la economía formal hicieron de las barriadas ciudades satélites. Emergieron así las micro y pequeñas empresas y la informalidad, que hicieron posible el crecimiento económico de Lima norte, Lima sur y las otras Limas. La informalidad actúa como mecanismo de sobrevivencia, inclusive proveía al sector formal de insumos de menor costo y sobre todo fuerza de trabajo barata.

Mientras que para algunos, los nuevos habitantes representaban el problema para otros significaban la solución. Para estudiar el fenómeno de las barriadas, muchos investigadores extranjeros llegaron al Perú, entre ellos el arquitecto John Turner y el antropólogo William Margin. Ellos descubrieron el extraordinario esfuerzo colectivo que permitió el desarrollo de las Barriadas, lo que le dio cierta fama internacional al Perú.
Turner hizo la distinción de urbanismo “por” y urbanismo “para” la gente. Para él, la residencia no se limita a la aspiración de habitar en un lugar confortable (“para”). Implica una iniciativa popular para crear vida de espacios en una comunidad que responde convivencialmente a las circunstancias específicas sociales y físicas de un lugar (“por”).
William Mangin, por su parte señaló que la gente daba respuestas creativas, audazmente empresariales, a condiciones creadas por la proliferación de obstáculos legales, para acceder a los servicios que el Estado estaba obligado a brindar, y que por su incapacidad no lo hacia.
En 1963 escribe: “Las barriadas son por lo general lugares tranquilos habitados por grupos de familias muy trabajadoras, pero con una mala imagen pública” Posteriormente sentenciaba que ningún gobierno tendría la fuerza capaz de expulsar a los más de 200 000 invasores de tierras alrededor de Lima.
En 1967 afirma que las barriadas representan la solución al problema de la rápida urbanización y migración, así como la escasez de vivienda. Explica los sistemas de organización: sistemas de agua privado, los mercados, la división del trabajo, los grupos de recaudación para comprar la tierra que habitan, los sistemas informales de justicia para las disputas menores. Mangin reporta que las barriadas la conformaban familias pobres que querían salir adelante legítimamente. Sin embargo tuvieron que enfrentar los obstáculos legas del estado como los reglamentos de zonificación y de planificación que impedían la expansión de la economía local.

Según Mangin, las 4 contribuciones que hacían los informales a la economía eran:

  • Inversión en viviendas y mejora de la tierra
  • Mercado de trabajo
  • Crecimiento de la pequeña empresa
  • Capital social intangible invertido en la formación de la comunidad

Sin embargo existen otros factores negativos: la pobreza con la que se encontraron los migrantes en la capital, una oferta de empleo que no cubría la demanda real, la gran brecha entre ricos y pobres, la exposición a propaganda que incentiva el consumo de bienes y servicios, accesibles sólo para los estratos de mejores ingresos, la discriminación y marginación de la que son objeto, todos ellos fueron factores que hace crecer el índice de criminalidad.

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Para muchas personas resulta inexplicable la migración a la capital, que aún continua, si las condiciones en las que tienen que vivir los nuevos habitantes son infrahumanas y a veces peores que en su lugar de origen. Para los migrantes sin embargo no resulta así, no es lo mismo ser pobre en el campo y hacer una caminata de 8 horas para alcanzar una posta médica, un colegio o una comisaría que ser pobre en la capital donde se está a pocos minutos de los servicios estatales.
José Matos define en 1968 a la barriada como:

  ‘“Fenómeno social que tiene un patrón de establecimiento con rasgos físicos, sociales y económicos estructurados mediante una invasión de terrenos vacíos, en la periferia de las ciudades, generalmente de propiedad publica y con la participación de grupos de familias de bajos recursos económicos, en su mayoría procedentes de áreas rurales con una cultura tradicional y que se organizan a fin de actuar solidariamente para obtener un lote de tierra y servicios básicos y facilidades comunales y que entran en contacto con oficinas del estado para ser reconocidas como propietarios, dando lugar a un estilo de relación socio-política que difiere al de otras comunidades de base del país”.
Para la década de los 60 existían ya 154 barreadas distribuidas en diferentes distritos de Lima. El 90.4% de su población se consideraba que pertenecía a la clase popular.
En la década de los 70 continuó el incremento de habitantes en barriadas, el censo de 1981 demostró que el 60% de la población vivía en barriadas. En 1993 este porcentaje aumentó a un rango de entre 68-70%.

El crecimiento de Lima ha propiciado la descentralización de la ciudad con aparición de múltiples centros especializados. Se puede encontrar centros metropolitanos especializados en actividades industriales, financieras, comerciales, culturales, de entretenimiento, etc.
Hace algunas décadas Lima se le podía comparar como una moneda en cuyas caras se diferenciaba su realidad: ricos y pobres, centro y periferia, blancos y cholos, cultura e ignorancia, etc. En la actualidad la composición de Lima ha cambiado. Según APOYO se compone por 6 sectores, seis Limas, como un dado de 6 caras que pertenecen a una misma entidad. Cada una de ellas es más grande que cualquier otra ciudad del país.

En el Perú, las barriadas son un fenómeno histórico relativamente reciente, que corresponde a la segunda parte de nuestro siglo. En el caso de Lima, el límite entre estos tipos distintos de urbanización ha estado determinado por la cota de agua, que marcaba el límite antiguo entre la zona agrícola y los desiertos.
Sobre el concepto de barriada, Driant hace una síntesis de los conceptos formulados por los diversos estudiosos. En general, sigue bastante de cerca a Riofrío cuando plantea que la barriada surge de la "no adecuación del mercado convencional a una demanda masiva y pobre".

 

En La Victoria y el Rímac también se han formado barriadas, pero la masa central estuvo constituida por pequeñas viviendas, callejones y sobre todo corralones, que dieron alojamiento a los negros de Lima y a una importante masa de trabaja­dores manuales de todas las razas. Posteriormente la instalación del mercado mayorista dio origen a una gran ampliación de La Victoria, originándose el barrio El Porvenir.

Este representó un nuevo tipo de urbanización convencional. En este caso se trató de edificios diseñados y construidos corno tugurios, incluyendo departamentos de una sola habitación para familias enteras. Este barrio fue un negocio de la familia Prado, una de las más acaudaladas del país. El Porvenir terminó de definir a La Victoria como uno de los distritos del casco urbano antiguo más representativos de los pobres de Lima.

En una primera fase de las migraciones los viejos barrios populares, como la Victoria, crecieron, pero luego se llenaron y los nuevos migrantes tuvieron que buscar alojamiento más lejos del centro histórico. Por ello, encontramos en primer lugar causas espaciales que determinaron la constitución de las barriadas situadas en los desiertos, fuera de la zona agrícola.
En estos barrios populares del casco urbano predomina la vivienda de alquiler y normalmente quien ocupa la vivienda no es un pequeño propietario sino un inquilino. Pero, por otro lado, poderosos factores llevaban a los migrantes a preferir alojarse en algunos de estos barrios populares del casco urbano. El principal de estos factores era la cercanía a los lugares de trabajo de la población trabajadora. En efecto, cerca de estos barrios estaban situados las fábricas y mercados donde se ejercían los trabajos manuales. Esta cercanía espacial era reforzada por la calidad de las pistas y avenidas.
En efecto, inicialmente éstas eran casi inexistentes en las barriadas periféricas; por ello quien vivía en una barriada, aparte de la distancia física a los puestos de trabajo, perdía horas diariamente viajando lentamente en transporte público sobre pistas apenas afirmadas.
La desventaja principal de estos barrios radicaba en la mencionada cuestión del régimen del inquilinato. En efecto, quienes vivían en estos barrios pocas veces accedían a la pequeña propiedad.

Así, si al comienzo las barriadas periféricas eran mucho más pobres que los barrios populares del casco central, poco a poco empezó a constatarse que estas barriadas tenían mayor dinamismo urbano y la calidad de vida de los pobres de Lima comenzó a equipararse.

 

La historia de Ruperto Quispe.
La historia de Ruperto Quispe es a este respecto muy ilustrativa.
En 1969, él había llegado de Andahuaylas a casa de unos tíos que vivían en La Victoria. No era el único paisano que coincidía en ese momento en esta casa, ni tampoco el primero ni siquiera el último.

 
 
 

En realidad, las casas de los primeros provincianos han sido el puerto de entrada de todas las futuras oleadas que se han extendido sobre la capital peruana. Estos hogares han conocido todo tipo de modificaciones, desde períodos en los que estaban llenos por la llegada de miles como Ruperto, y también etapas de reducción, cuando éstos conseguían finalmente techo en la próxima barriada. Se trata de hogares que han funcionado como acordeones de la gran migración.
En casa de sus tíos, Ruperto conoció a quien le facilitó el ingreso como peón a una empresa de construcción. Los fines de semana él acudía al Club Departamental Apurímac, donde se celebraban bailes que recordaban el terruño. Allí conoció a Rosa, que trabajaba como empleada doméstica y con la que empezó a salir como enamorados desde que se le declaró durante la fiesta de año nuevo de 1970. Para aquel entonces, al igual que Rosa, Ruperto había cumplido 21 años y terminaba su segundo año en Lima. Aunque provenían de pueblos cercanos, no se habían conocido antes de migrar a Lima.
Poco después, como pareja recién formada, fueron parte de los primeros que llegaron a Villa El Salvador.
Según una encuesta que Henry Dietz realizó en 1970-71, entre los migrantes de Lima el 65% tenía una historia de vida parecida a la de Ruperto y Rosa Quispe.

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Lima
entre
el 1800
y
el 1945
  2
Lima

entre
el 1945
y
el 1970
  3
Lima
Desde
los barrios
hacia
las barriadas
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Lima
Las
invasiones
y los
invasores
 
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