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15 de febrero

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Desde 1992 cada 15 de febrero aparecieron afiches conmemorando el asesinato de Maria Elena Moyano.
Éste apareció frente a su monumento cuando Fujimori era presidente y Martha Moyano parlamentaria fujimorista.

Foto y palabras de Gustavo Riofrio

Cronicas del camaleon:

Maria Elena vive,

Martha no

por Miguel Almeyda

15 de febrero 2008

Gritaba:
!Soy inocente!
Con una capacidad que ya quisiera un gran actor de teatro, el ex presidente grita en medio del juzgado.
!Soy inocente!.

Mientras los testimonios de los miembros de grupo paramilitar COLINA confirman cada dia, que el gobierno de Alberto Fujimori tenia una politica de asesinatos selectivos y desapariciones extrajudiciales, ademas de un mafia de corrupción generada junto a su bien ponderado y mejor amigo Vladimiro Montesinos, recordamos un aniversario mas del asesinato de Maria Elena Moyano, nuestra compañera y amiga.

Que pena que sea el momento de su muerte el que tengamos que recordar y no su vida y todo ese maravilloso proceso que junto a miles de mujeres, La negra tuvo que vivir y construir en aquellos dias cuando soñabamos con un mundo mejor, donde todos fueramos iguales y las mujeres tuvieran poder politico y pudieran decidir sobre la vida para un destino mejor.

Pero asi es la vida y a pesar de todo seguiremos recordando la alegria de Maria Elena, el compromiso, la lucha por ser mejor persona, su reto por ser una lider distinta, la capacidad de sacrificio y fundamentalmente como ella decia, las ganas de vivir que esta mujer tenia y que nos contagiaba cada vez que podia celebrar.

Esta noche me tomare una cerveza recordando su sonrisa, sus palabras, su manera de bailar, su tristeza cuando se quedo sola, su miedo, sus amores, su energia. Y estare seguro que otra gente hara lo mismo, porque es por ella y a traves de ella, por su sacrificio que hoy podemos tener un pais distinto, su lucha ayudó al final del terrorismo, es algo que nunca hay que olvidar, cada dia Maria Elena vive en la memoria de su gente, de sus compañeros de lucha, de las mujeres de Villa y de todo el pais que saben que el sacrificio no fue en vano, cada dia Maria Elena vive en el pueblo.

Martha no.
Pobre hermana que se convirtió en un engendro social, arribista que se aprovechó de la memoria de nuestra compañera y que defiende con uñas y carne a un asesino, dictador y mafioso.
Pobre mujer que tiene un pasado comunista que no quiere recordar.
Pobre muchacha de barrio deslumbrada por el poder.

Maria Elena vive, Martha No.

"Me gritaron negra"
Victoria Santa Cruz Gamarra



 
Maria Elena:
la pasión que nunca se vuelve violencia
por Marina Rodinò
15 de febrero 2008
 

Maria Elena era una persona normal, su característica mas importante era exactamente esta, no tenia nada del militante típico de la izquierda: duro y puro.
Los que militaron en la izquierda en los años 70 y 80 saben que una mujer para que se le considerara sujeto político debía de alguna forma hacerle olvidar a los demás lo de ser mujer, su forma de vestirse debía ser poco femenino, para que no se le considera una tontita coqueta, debía evitar dar a conocer sus gustos hacia cierta música, literatura y cinematografía y debía portarse de forma hasta demasiado formal sin expresar demasiado sentimientos hacia su compañero y sobretodo hacia la maternidad.
De hecho creo que una mujer tenia que hacerle olvidar a los demás lo de ser mujer ya que el modelo de militancia era masculino y no permitía una diferente representación.

Maria Elena a mi parecer ha roto exactamente este esquema: era guapa, cautivadora, con mucho sentido del humor, utilizaba los ojos y la sonrisa además que las palabras para explicar sus razones, amaba bailar, era lucidísima políticamente, tenia una grande capacidad oratoria, una gran sensibilidad social y hacía de su vida familiar y en particular de sus hijos, parte de su militancia: era peruana, del sector popular, era socialista, era mujer y era madre.
No había nada raro en suspender una reunión para darle de lactar a un bebe, no era un problema que cadauno  viviera su propio tiempo entre las actividades publica y la familia, no era cierto que solo los que podían dedicar la totalidad de su mente y corazón al compromiso social era buenos militantes, mas bien ser madre de familia les permitía a las mujeres sentir ."hasta las entrañas” la construcción de un nuevo mundo. Cosa que los hombres no podían percibir de esta manera tan concretamente física.
Ser mujer ya de hecho, mas allá de lo de ser madre, es una potencialidad para ver el mundo de una forma diferente, porque si es cierto lo que dice la Cabalà es decir que “Dios cuenta las lagrimas de las mujeres”, es cierto que ellas sufren mas ya que ven el mundo como realmente es y por lo tanto ellas intentaran modificarlo con mayor vehemencia, sin dejarse llevar por otros caminos.
No se si esto es absolutamente cierto para todas las mujeres, pero lo ha sido para Maria Elena.

Yo disfruté muchísimo de su amistad, cuando pienso en ella pienso en muchas tardes de charlas, cerveza, música, sueños y algún chismesito. Cuando la veo vuelvo a sentir la pasión que nunca se vuelve violencia, el sueño que nunca se aleja de la posibilidad real de construir , la capacidad de escuchar y la responsabilidad de decir.
Maria Elena quería que las mujeres “salieran de las ollas”, aunque sabia que la experiencia de los comedores había sido determinante para que salieran a flote su determinación y su dignidad, ella creía que las mujeres hubieran podido intervenir en el mundo de la política y del trabajo con una propuesta que seria una nueva manera de ir adelante en un camino trazado por siglos por los hombres.
Maria Elena mantuvo hasta el final la responsabilidad de defender el proceso democrático, como dirigente de la federación popular de mujeres y come teniente alcalde. No se ha callado, no se ha ocultado y poco días ante que la mataran, mientras que estábamos sentadas en la cocina de mi casa, de repente me preguntó “tu crees que realmente me van a matar?” y esta incredulidad frente al mal que nos rodeaba es lo que para mi la hace tan verdadera, tan humana y tan grande.

 
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